Cómo
tener unas uñas perfectas Protegerlas siempre con guantes cuando se realizan
actividades que puedan estropearlas. Las uñas más duras y resistentes
sometidas constantemente a la humedad y a productos químicos abrasivos,
se debilitan y se vuelven quebradizas. Mantener una
buena hidratación en las manos y usar productos específicos para uñas.
Para impedir que las uñas se rompan es imprescindible la hidratación. No cortar nunca
las cutículas de manos o pies, suavizarlas o ablandarlas y darles forma
empujándolas con un bastoncillo de madera, preferentemente de olivo. Para quitar el
esmalte de las uñas humedecer un algodón con quitaesmaltes,
presionarlo sobre la uña y empujar hacia la punta. No frotar arriba y
abajo. Aplicar la laca de
uñas en capas delgadas. Un barniz muy espeso hace que las uñas
tengan un aspecto apelmazado. No utilizar las uñas
como abrecartas, abrebolsos, o para abrir los broches de joyas. Tampoco
utilizarlas para marcar el número de teléfono o para recoger monedas
de una mesa. Todas esas actividades pueden ser realizadas sin utilizar
las uñas (coger las monedas arrastrándolas con una mano sobre la otra,
marcar el número de teléfono con un lápiz, etc.). Aplicar siempre
una base protectora antes de utilizar el esmalte. La base fortalecerá
las uñas, dará mayor brillo al esmalte y prolongará su duración. Hacerse la
manicura una vez a la semana. No aplicar nunca el esmalte a la salida
del baño, cuando las uñas están blandas por efecto del agua, ni
estando a pleno sol, ya que no secaría correctamente Si las uñas son
cortas, redondas, cuadradas o muy estrechas debe seleccionarse el color
en un tono cercano al de la piel. Si la uña es demasiado ancha debe
dejarse una estrecha franja sin pintar a cada lado. Para evitar que
el esmalte se endurezca en el frasco, limpiar el borde superior después
de usarlo, con un algodón impregnado en una gota de quitaesmaltes. Así
no quedarán residuos endurecidos que impidan cerrarlo perfectamente
|